DIARIO DEL VIAJERO:
VOLCÁN TACANÁ, 4,093 MSNM.
SAN MARCOS, GUATEMALA
Por: Luis Pedro Barrientos
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INFORMACIÓN GENERAL DEL LUGAR:
Este volcán está ubicado en el municipio de Tacaná departamento de San Marcos. Se encuentra en la línea divisoria,
entre la República de Guatemala y México; (de acuerdo
con el Tratado de Límites del 27 de septiembre de 1882). Cuenta con una altura
de 4,092 metros y es el segundo volcán más alto de Guatemala. Los indígenas mames lo
llamaban "Tacnahuyú" que traducido literalmente quiere decir
"cerro de Tacaná".
Cómo llegar: Para llegar al volcán
Tacaná es necesario llegar al municipio de San Marcos (253
km de la ciudad de Guatemala). Luego debe continuar el trayecto hacia el
municipio de Sibinal (75 km de San Marcos). Pasará por el desvío hacia el
municipio de San Lorenzo (lugar donde nació Justo Rufino Barrios, El
Reformador); continúe el trayecto y pasará por el municipio más alto de
Guatemala: Ixchiguán (3,200 metros). Después de recorrer 3 km más, encontrará
el desvío (a la izquierda) para llegar a Sibinal. Luego se recorre un tramo
únicamente en pick-up todo terreno cerca de la frontera con Mexico, hasta
llegar a las faldas del volcán. Ahí iniciará un ascenso de 6 horas.
DIARIO DEL VIAJERO:
“... Después de haber
ascendido el Volcán Tajumulco (el más alto de Centro América) en el 2010, en
mis amigos surgió el interés de ascender un volcán, así que decidimos
adentrarnos en esta travesía”
Con mi hermana y un
amigo tomamos la decisión de ascender el Volcán Tacaná, el segundo más alto de
Centro América. Le planteamos la idea a mi primo y aceptó, llamé a un mi amigo,
Fernando Ramos y el tomo la decisión de venirse en bus desde Huehuetenango rumbo
al departamento de San Marcos, durante una semana realizamos diferentes
actividades eco turísticas para concluir la semana con el ascenso al volcán.
El día jueves viajamos
desde la cabecera de San Marcos hacia el municipio de Sibinal. Durante el
camino se observa la belleza de este departamento, a lo largo de la carretera
hay distintos miradores hacia los dos colosos de occidente, al llegar al cruce
de Tajumulco observamos a nuestra izquierda el volcán Tajumulco y a nuestra
derecha nuestro destino, el volcán Tacaná, alzándose los dos por arriba de los
4000 msnm.
Llegamos a Sibinal,
donde buscamos un pick-up que nos llevara hacia las faldas del volcán y después
de platicar un rato con los lugareños, decidimos viajar por nuestra cuenta
hacia el lugar, después de pasar cerca de la frontera mexicana, llegamos a un
camino muy desmejorado en el cual todo el tiempo nos preguntamos si el pick-up
que llevábamos podría regresar, ya que nos habían advertido que solo vehículos
todo terreno lograban pasar en ese camino, pero nos arriesgamos y logramos
llegar al final del trayecto y llegamos a una pequeña aldea donde dejamos el
vehículo y comenzamos la TORTURA que se convertiría en SATISFACCIÓN y PLACER al
llegar a la cima.
Nos pusimos las mochilas
de 50 libras al hombro, nos colocamos sombreros, protector solar, gafas de sol
y colocamos las botellas de agua pura a los costados de la mochila. Y dimos inicio
a nuestra gran aventura. Éramos cinco personas y nadie conocía el camino, no
sabíamos que era lo que nos deparaba el destino, ¿sería llegar rápido a la
cima, perdernos o rendirnos?
Cansados por el viaje empezamos
a caminar hacia nuestro tormento, por un enlodado y angosto camino muy
empinado, durante el cual la mochila de Fernando se rompió, el primero
contratiempo del camino, y apenas llevábamos 15 min de haber empezado a
caminar. Después llegamos a una pequeña pradera y la vereda se dividió en 2 y
luego perdimos el camino, comenzamos a subir esa montaña rocosa, guiándonos de
la cima del volcán, lo que no sabíamos era que terminaba en precipicio y
debíamos rodear varias montañas para llegar, por suerte un muchacho que se
dirigía al volcán donde su familia tenia una venta de comida, nos gritó que ese
no era el camino y se ofreció a llevarnos a la cima, lo que él no sabia era que
lo que el recorría en dos horas nosotros lo haríamos en 6 horas y media.
Este volcán es
particularmente difícil, no solo por su diversidad en el terreno, sino por lo
largo del ascenso... a eso le sumaríamos el clima, al filo del mediodía se
cierra el cielo, volteamos a ver y el
cielo se torna gris... y todo la travesía era que la niebla venia detrás de
nosotros para cubrir por completo el volcán.
Cada vez que le
preguntábamos al guía cuanto faltaba el nos decía ya falta poco, lo cual no era
cierto, ya que cada media hora preguntábamos y nos decía lo mismo y el ascenso
se tornaba eterno. Luego nos introducimos en un bosque húmedo, en el cual
habían muchos insectos e indicios de un río, y por fin llegamos a la
primera meta la “Pila Seca” donde tomamos el primer descanso oficial. Luego
continuamos hasta llegar a una aldea donde nos ofrecieron comida a la venta.
Seguimos la travesía subiendo otra montaña donde el lema de la aventura surgió
“Vamos Kike, ya falta poco, ánimo”, frase que el guía se la dijo a mi primo
quien iba de ultimo y parecía querer rendirse. Pero rendirse no era una opción
debido a que nadie quiere quedarse perdido en una montaña donde tomaría horas
llegar a la carretera u horas llegar a la cima.
Luego de que el grupo
se separa mucho durante el viaje hacia las puertas (potreros)… una planicie por
arriba de los 3500 msnm que sirve de pastizal para ganado vacuno, custodiado
por la montaña que se levanta por dos lados y que son los domos del
volcán. Ahí se unen los caminos que vienen de la haciendita con el nuestro
y al llegar solo al lugar no supe donde avanzar, espere un momento y encontré a
unos aldeanos que me dirigieron. Al iniciar me doy cuenta de que el cansancio
ya está pasando factura. Al llegar a las puertas descanse lo suficiente
para retomar mi camino al lado de mi amigo Fernando quien ya llevaba más tiempo
allí, esperamos a que llegara el resto del grupo para reanudar nuestra
caminata. El clima se torno frío y la cima parecía bastante cerca esta vez, y
lo estábamos pero no sabíamos que nos esperaba una empinada travesía. Descansamos
nuevamente en donde el camino se cruzaba con el colmillo del diablo, ruta de
ascenso desde el lado mexicano, un espantoso precipicio rocoso, el cual subían
de noche.
Empezamos el último
tramo del ascenso en un momento... sentimos como se empieza a inclinar el
terreno, la niebla cubre parte de la montaña, no nos deja ver el cráter extinto
a nuestra izquierda... avanzamos entre un camino marcado en zigzag muy rocoso,
con mucha grava suelta, raíces. Mis zapatos deshechos era lo único que veía debido
al cansancio. Por ratos levanto la mirada y calculaba lo que falta.... era
poco en distancia, pero debido a lo empinado del terreno no llevo horas. Después
de cinco pasos parábamos para toma aire. Me resignaba en si llegaríamos o
no a la caída del sol. Justo 20 min antes de la caída del sol llegamos a donde
acamparíamos y desde allí vimos la caída del sol con vista a México.
Armamos el campamento,
buscamos leña, armamos una fogata, platicamos, comimos y cantamos, y luego nos
fuimos a dormir sin pensar que el frio nos lo impediría. De acá en adelante
cada quien se mete a su carpa y pasamos la noche con nuestros compañeros de
carpa.
Al día siguiente, nos
despertamos a las 5 de la mañana para ascender a la cima para observar la
puesta de sol, aunque no muy dispuestos, pero sufrir tanto para no llegar a la
cima no vale la pena, aunque una cima no se conquista, sino la montaña. Nos
dispusimos a caminar los últimos 20 o 30 minutos que nos separan de la cumbre
entre frio y obscuridad alcanzamos los 4093 msnm pasado ante del amanecer,
aunque ya estaba claro y había mucho viento.
Me quito los guantes y
la gorra, y respiro profundo... que dicha estar ahí! El viento
sopla en mi cara y doy gracias por todo esto, por una cumbre más, por los
amigos y familiares que compartieron esta aventura...
Empiezan las fotos,
poses y más poses... sale el sol detrás del volcán Tajumulco y la experiencia
es maravillosa! Es indescriptible la sensación de llegar a nuestro destino, “la
cima” y ver salir el sol! Es impresionante la puesta de sol con la hermosa
vista del territorio Guatemalteco, como el sol sale detrás de la línea de
volcanes, es una de las mejores experiencias que una persona puede ver! Hacia
la cima es el único camino en una montaña o en un volcán, no habernos rendido y
haber llegado la cima para nosotros fue la mayor satisfacción que hemos tenido.
Esto fue el diario del viajero, Destino: Volcán Tacaná, San Marcos.